Poema en la Banca

Nuestros cuerpos desnudos en la noche, sentados en aquel escaño material, en aquella banca donde reposan las palabras y donde el deseo rebota contra el acero. Ayer, bajo aquella noche crepuscular te vi y lloré, bajo aquella bóveda celeste te besé y reí, bajo aquella atmósfera sideral te toqué y callé, bajo aquel vendaval empíreo te sentí y hablé por que la metafísica se disolvía en la nada, los segundos se confundían en el tiempo, porque tu silencio cantaba en la oscuridad occipital y tu llanto sonreía bajo el universo melancólico de tu esencia.

Ayer, bajo aquel tapete estrellado y donde la brisa cobija al sofoco de la noche te besé, mientras el silencio se apoderaba de las edificaciones vecinas, la soledad invadía las calles taciturnas y donde el dolor no dolía. En la aurora oscura de aquel  ayer mis poros segregaban espejismos inertes y  el viento abrazaba el agua dilatada de mis pupilas, pero hoy el dolor de lo que no pudo ser se convierte en recuerdo, hoy tus caricias me saben a miel y tus ojos me roban el sueño y me roban en tus sueños y hoy en esta noche precisa, solitaria y  sentado en mi cama me pregunto:

¿Por qué el olvido se llama olvido y no abandono?

Catalina Zapata - Ktadelina