¿Influye la Publicidad en el Comsumo?

Hace mil años los hombres le temían a la luna y la oscuridad porque vivían en bosques y en pequeñas aldeas. El hombre contemporáneo conquistó la luna, destruyó los bosques e iluminó sus grandes ciudades. El hombre de hace mil años le temía a la soledad y se agrupaba para acompañarse y buscar protección, y el hombre de ahora se encuentra solo entre las multitudes de las grandes metrópolis.

Los miedos del hombre del año mil son casi los mismos del hombre contemporáneo, el que vive al filo del año dos mil. Separados por diez siglos de historia, los hombres viven los mismos temores, las mismas inseguridades, las mismas incertidumbres y el desarrollo inmenso de la agricultura y la aparición de la revolución industrial y tecnológica no ha despejado su porvenir ni ha llevado el sosiego a su alma y espíritu; sino que sigue su curso constante en el cual dependemos del consumo y el consumo depende de nosotros.

Sin el miedo a la luna y a la oscuridad, el hombre del año dos mil se enfrenta a retos que asombran, como vivir en un mundo robotizado, globalizado y sin fronteras. Es el nuevo miedo a asumir tecnologías como la biomédica o la Internet, que convierten al hombre casi en un dios para sí mismo y en un nihilista que no cree en ese ser supremo porque aun no lo ha visto en la televisión o en las revistas. Hoy nuestro mundo se convirtió en un territorio lleno de eslóganes que nos despiertan los deseos y saturado de imágenes que nos meten las manos al bolsillo. El hombre por su parte, no sabe lo que quiere, seguramente por que es más una creación del deseo que de la necesidad; por lo tanto engendra caprichos y gustos que son los grandes activadores del consumo.

La publicidad ocupa un lugar predominante dentro de la sociedad en la que vivimos: televisión, radio, prensa… cualquier soporte es bueno para utilizar la publicidad y lanzar un mensaje, sin olvidar que el objetivo no es que la publicidad cambie opiniones, sino que las refuerce, sumándose a una tendencia clara o a un punto de vista manifiesto.

La publicidad fue y sigue siendo el medio que le sirve al público para manifestar sus gustos y preferencias de consumo y el arte que constituye, en suma, la necesidad creada por las necesidades del consumidor.

Consumir es algo más que comprar: es el acto por el que se busca o se define una identidad social. Un nivel de consumo produce un nivel de vida, de ahí que la publicidad influya en el “Consumo de Drogas”, ya que el incremento de los alucinógenos en la población también esta ligado a la promoción que se le hace a dicho producto o por el resultado obtenido en campañas publicitarias que son específicamente dirigidas a grupos como mujeres, niños, jóvenes, adultos y también las diferentes imágenes de un producto (perjudicial para la salud) que esté repetidamente colocado en vallas, propagandas, anuncios o pautas publicitarias en radio y demás formas de comunicación grafica, influyen mas que todo en los jóvenes al momento de consumir, ya que para ellos el valor de un zapato es moda y el sostener un cigarrillo en sus manos y expirar humo caliente por la boca también.

Para concluir, la publicidad es la poesía de la modernidad y es la consecuencia más no la causa del consumismo.

Catalina Zapata